Escrito por Javier Córdoba Morales en semanario.ucr.ac.cr

Más de 600 trabajadores de la empresa BANDECO-Del Monte en Sixaola –cantón de Talamanca- cumplen más de dos semanas de huelga reclamando mejores condiciones laborales, sin que hasta el momento se vea cercana una solución al conflicto.

Estos trabajadores protagonizan la huelga bananera más importante de los últimos 27 años, y dejan en evidencia las precarias condiciones de vida y pocas oportunidades de desarrollo que persisten aún en la zona Caribe del país.

Al cierre de esta edición (28-11-11), los trabajadores realizaban manifestaciones contra la empresa bananera junto a sus familias, mientras que la empresa se rehusaba a reunirse con las autoridades del Ministerio de Trabajo.

TENSIÓN EN AUMENTO

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Pública y Privada (SITEPP), Luis Ángel Serrano, comentó a UNIVERSIDAD que esta huelga se inició por las constantes violaciones a los derechos de los trabajadores, y por el nulo resultado de las negociaciones que se vienen sosteniendo con la empresa desde hace más de seis meses.

Serrano aseguró que la huelga fue declarada legal por el Juzgado de Trabajo, pese a las apelaciones presentadas por la empresa, ya que se han cumplido todos los procedimientos estipulados en el Código de Trabajo.

“Como no pudieron en lo legal, la empresa ahora pretende ahogar la huelga con hambre y realiza una peligrosa campaña que ya le hemos denunciado al Ministerio de Trabajo”, puntualizó.

El dirigente sindical asegura que además de no pagar el salario a estos trabajadores, la bananera ha contratado a personal para reemplazar a los huelguistas, principalmente a menores de edad y personas indocumentadas.

“La empresa, utilizando su poder de mando, mete sus manos inclusive en la educación, y la directora del colegio del lugar ha dejado tres días sin comida a sus alumnos, cuando ni siquiera es dinero de la compañía”, denunció.

Expresó preocupación debido a que conforme pasan los días, la tensión entre los trabajadores aumenta, e incluso piensan ingresar a las plantaciones para sacar a quienes han sido contratados por la empresa para reemplazarlos.

Serrano detalló que entre las demandas de los trabajadores está que se reconozca al sindicato SITEPP, y que se les paguen los salarios de estos días, pues al ser una huelga legal no hay sustento para que la empresa les suspenda el pago.

En cuanto a las condiciones laborales, el dirigente explicó que estos trabajadores tienen “contratos a destajo”, por lo que sus salarios dependen de la cantidad de trabajo que se les asigne y las horas laboradas.

“Lo que pasa es que en el momento en que la empresa empieza a recortar espacio a los trabajadores para hacer su producción, el salario se les vino abajo. Si ellos cubrían 10 hectáreas, ahora se las bajarán a 7, y pierden 3 hectáreas de producción que les reduce también el salario”, afirmó.

Los trabajadores también hicieron ver la “prepotencia” de la empresa, que ya ha sido convocada por la ministra y el viceministro de Trabajo, pero no se han hecho presentes a las reuniones.

“Se supone que cuando una empresa de estas llega al país firma cláusulas de cumplimiento; entonces ¿por qué el Gobierno no los obliga a sentarse a negociar y cumplir? El Ministerio de Trabajo se muestra muy débil en esta situación”, criticó Serrano.

SOLIDARIDAD CON HUELGUISTAS

Gerardo Vargas, reconocido dirigente del partido Frente Amplio en Limón, estuvo días atrás con los huelguistas y pudo corroborar la situación de necesidad en la que se encuentran.

“La gente está ahí a la orilla de la planta, porque la policía de BANDECO no los deja entrar a la planta. Hicieron una cocina a la orilla de la calle, y cocinan lo que la gente les regale, porque no tienen para comprar nada. Viven de lo que la gente les regale, sin agua potable; es una situación muy precaria”, describió Vargas.

Expuso que pudo constatar que en las fincas se contrató personal temporal para la corta de la fruta, pero el resto de las actividades de la plantación siguen paralizadas, y aseguró que no le fue posible constatar la presencia de menores de edad en el lugar.

Respecto a las condiciones laborales, Vargas asegura que muchos hacen hasta tres y cuatro funciones por un mismo salario, mientras que en muchos casos los salarios apenas llegan a los $150 (¢75.000) por mes.

“Esta huelga sirve para que el país conozca una realidad, que es la de las bananeras de Sixaola, y que no es solamente la de las bananeras de BANDECO, sino también las bananeras de Sitrachiri y las bananeras de CORBANA que también están ahí”, agregó.

Tanto Vargas como Serrano destacaron que esta es la huelga bananera más importante que se ha presentado en las últimas décadas en el país, y coincidieron en que sirve para que el resto del país se dé cuenta de lo que está pasando en las regiones más alejadas.

“Teníamos 27 años sin una huelga como esta. Le estamos quebrando la estructura al solidarismo, porque este movimiento nace de dos comités permanentes que estaban afiliados a la Asociación Solidarista, la cual no les daba ninguna solución a las condiciones en que ellos se encuentran”, reprochó Serrano.

Por su parte, Vargas comentó que gran parte de estos trabajadores son indígenas guaymíes que provienen de Panamá, y que viajan todos los días hasta Sixaola para trabajar en estas malas condiciones.

Vargas y el Frente Amplio iniciaron una campaña para recolectar víveres y enviárselos a los trabajadores en Sixaola, mientras que otras organizaciones sindicales también han manifestado su solidaridad con el movimiento.

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