Soy de nacionalidad Ngäbe, del territorio indígena de Altos de San Antonio, y con gran preocupación y tristeza, les digo que hemos recibido las noticias publicadas en los medios de comunicación radiales, escritos y televisivos, con relación a los hermanos y hermanas que año con año vienen a dar su aporte a la economía de Costa Rica, participando en la cogida de café.

Primero, los hermanos reciben un trato de migrantes, los Ngäbes – Buglé somos una nación, un pueblo, que por imposición de la colonia hemos sido divididos y hoy estamos tanto en Panamá como en Costa Rica: El Convenio 169 de la OIT nos reconoce como poblaciones transfronterizas, jamás como migrantes, como pueblo y no como etnia.

Las noticias y declaraciones de autoridades y cafetaleros nos muestran como que los indígenas recibirán grandes beneficios y tratos preferenciales, y nos preguntamos:

¿Los Ngäbe – Buglé también tendrán todas las garantías sociales y laborales que establecen las leyes nacionales y los convenios internacionales?

¿Cuáles son las garantías reales de que los hermanos y hermanas, que participarán en la cogida de café, no vienen contagiados?

¿Cuáles son las medidas concretas para prevenir el contagio de los Ngäbes que estamos en Costa Rica?

¿Tienen las autoridades de Costa Rica la capacidad de atender eficientemente un posible contagio masivo de indígenas? ¿Cuál es esa capacidad?

¿Es el Ministerio de Trabajo parte de la coordinación institucional?

¿Son camas dignas para los indígenas un tablero con patas?

¿Es humano que a los Ngäbe – Buglé se les encierre en una finca?

¿Qué coordinación ha hecho la comisión institucional con los territorios Ngäbes que estamos en Costa Rica?

Esperamos que las autoridades de Panamá y Costa Rica realmente velen por los derechos humanos de los pueblos indígenas y que no los pongan bajo los intereses económicos.

Autor: Javier Montezuma

Tomado de: https://semanariouniversidad.com/opinion/por-los-derechos-humanos-de-la-nacion-ngabes-bugle/

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