Cientos de hectáreas de manglar son exterminadas cada año
Fuente: Gabriela Hernández Herrera (*)

Redacción (elpais.cr/prensaTAA) -  El Tribunal Ambiental Administrativo (TAA), inició una minuciosa investigación sobre la destrucción de la zona del manglar de Puntarenas, que se extiende desde el Estero de Puntarenas hasta Chomes.

Jueces, abogados, biólogos e ingenieros del TAA fueron acompañados en un operativo especial de tres días por personal del Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC) del MINAET, funcionarios de INCOPESCA, del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), del Servicio Nacional de Guardacostas y por la Municipalidad de Puntarenas.

Como resultado de la inspección, decenas de casos quedaron en investigación, incluyendo camaroneras, meloneras, piñeras, ingenios y otras actividades que se ubican en la zona aledaña al manglar, para determinar el grado de afectación que podrían estar haciendo.

También, ríos arriba, el Tribunal Ambiental está investigando la explotación de canteras, aparentemente sin permisos, acarrean sedimentos hasta el manglar por los ríos Aranjuez, Naranjo, Ciruelas, Seco, Guacimal y Lagarto, que desembocan en esta área.

Mediante un sobrevuelo, así como en recorridos por tierra y mar, los especialistas constataron la tala de manglar en numerosos puntos, la quema en otros sectores y la invasión para viviendas.

Un informe pormenorizado sobre los problemas encontrados y los dueños de fincas y empresas involucrados estará listo en dos semanas.

“Hay que salvar el manglar”

“El 95% de las especies de peces del Golfo de Nicoya dependen de este manglar, al cual utilizan como punto de desove y para alimentarse en su período larval” explicó Stanley Arguedas, funcionario del Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC), del Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET).

“Cada año se afectan cientos de hectáreas de manglar y la idea de esta acción amplia con el Tribunal Ambiental es que podamos delimitar el manglar que todavía queda y protegerlo; tenemos que salvar este manglar”, añadió Arguedas.

El manglar del norte de Puntarenas tiene un área aproximada de 2.500 hectáreas y no solo sirve como desove y lugar de crianza de numerosas especies de peces, aves, camarones, cangrejos y moluscos, sino que también son el hábitat de gran cantidad de animales terrestres como los monos congo y carablanca, garrobos, pizotes y mapaches, entre otros.

“En los años setenta había hasta cuatro kilómetros de franja de manglar tierra adentro, mientras que en la actualidad se calcula que la franjas más anchas andan entre los 200 y los 500 metros apenas”, explicó Arguedas.

Con machetes, hacha, sierra y fuego

El recorrido hecho por especialistas del Tribunal Ambiental por el manglar de Puntarenas fue un desafortunado encuentro con las diversas prácticas de tala que hacen grandes y pequeños, desde la tala hormiga para sacar madera del mangle hasta la quema de varias hectáreas en diversos puntos, presumiblemente para usar en cultivos.

Grandes árboles de mangle negro y colorado se observaron cortados con hacha o sierra. A otros se les prende fuego o se les abren huecos en su tronco para meter allí tizones que los queman por dentro hasta derribarlos. En otros casos, la corta se hace a tala rasa con machetes.

En otro sector, una gran extensión de mangle se observa reseca por la sedimentación que ha rellenado el humedal y esto asfixia al manglar. Los expertos también observaron construcciones y muelles sin permiso en diversas áreas del manglar.

“Lamentablemente estamos encontrando una gran cantidad de prácticas de afectación juntas en un área frágil y de gran importancia para Puntarenas y para todo el Golfo de Nicoya, que nos debe llevar a una reflexión profunda sobre lo que los costarricenses estamos haciendo a nuestros hábitats costeros. Esto requiere de una acción contundente por parte de todas las autoridades locales y nacionales responsables”, indicó José Lino Chaves, Presidente del Tribunal Ambiental.
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