Escrito por María José Núñez en semanario.ucr.ac.cr

A las 2:15 de la tarde del pasado viernes 28 de enero, arrancó la sesión del Concejo Municipal de Pococí, que se llevó a cabo en el salón comunal del pueblo Santa Rosa de La Rita, donde se acordó estudiar más a fondo los factores que intervienen en la lucha que libra gran parte de los vecinos, para que se pida al Gobierno una moratoria al cultivo de la piña en ese cantón.

Los lugareños buscan que la Municipalidad tome este acuerdo y así se evite el desarrollo del proyecto piñero que promueve una empresa del Grupo Acón en esa  zona.

Durante dos horas, el Concejo Municipal escuchó con atención los argumentos presentados por gran cantidad de líderes comunales, expertos de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional y por el abogado de los vecinos de Santa Rosa, quienes aseguraron no querer el proyecto piñero en la comunidad.


En sus exposiciones hicieron memoria de los eventos ocurridos en pueblos cercanos que han visto afectada la salud de sus habitantes, debido al uso de químicos y la contaminación de las aguas.

Para el abogado José Luis Rodríguez, defensor de un sector de vecinos de Santa Rosa, esta es una lucha justa, pues: “tuve la experiencia de conocer el caso que se vivió en Siquirres y Guácimo, que desde hace años la gente ha consumido químicos en el agua y tengo estudios en mis manos que demuestran y registran la proliferación de enfermedades producto de esta contaminación”.

Por su parte, Marvin Morales, miembro de la comunidad, coincidió con la exposición del abogado y recordó que en Siquirres se reparte agua en los hogares por medio de camiones cisterna, en razón de que el agua del acueducto fue contaminada por las piñeras.

“Eso todo el mundo lo sabe, no solo Pococí, sino toda Costa Rica. Todos saben por qué no se tiene que sembrar piña cerca de los mantos acuíferos, en nuestra comunidad los acueductos están entrando a la piñera”, dijo Morales.

Luego de las exposiciones de quienes se oponían a la instalación de la piñera, Alexander Arana, representante del Grupo Acón,  pidió la palabra, explicando que la empresa abría las puertas a su proyecto, para poder discutir el tema.

Afirmó que se trata de una iniciativa seria, que cuenta con todos los permisos de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) -documentos de los cuales entregó copia a los miembros del Concejo- y siempre han dado la cara.

Luego la presidenta del Concejo, Silvia Rodríguez, les brindó el espacio para que otros personeros de la compañía dieran su criterio; sin embargo, quienes se encontraban en la sesión, adujeron que no era necesario.

Les tocó el turno a los miembros del Concejo y pidió la palabra el regidor Gerardo Rojas, quien manifestó su preocupación por el caso y aseguró que ya existe un acuerdo tomado en el año 2008, para frenar la expansión piñera en la comunidad de Santa Rosa, La Rita, La Suerte y La Teresa de Pococí.

“Cuando uno escucha la exposición de los vecinos de esta comunidad y conoce la situación que viven personas de lugares como Siquirres y Guácimo que tienen que salir con botellas y baldes a recoger agua que les alcanza únicamente para cocinar, uno se acomoda a esa gente.  Lo que nos corresponde es ejecutar el acuerdo que ya se tomó e informarnos con expertos para determinar dónde y cómo tener las piñeras”, afirmó Rojas.

También se les permitió la participación a los miembros del Concejo Municipal de Guácimo, quienes fueron invitados a esta sesión para que dieran a conocer la experiencia que han vivido en su comunidad, donde cuentan con una moratoria a la expansión piñera.

Asimismo, estuvieron presentes los diputados de la zona, Elibeth Venegas, de Liberación Nacional, y Manuel Hernández, del Movimiento Libertario, así como José María Villalta, del Frente Amplio.

La presidenta del Concejo concluyó la participación asegurando que la responsabilidad que tienen en el caso es grande y que es necesario tener una total claridad de la visión de cantón.

“Si bien es cierto el Grupo Acón nos dice que tiene un estudio de SETENA -el cual tengo información que ya tiene un recurso-, creo que en este momento nos ponen un documento en la mesa, pero jamás podríamos tomar un criterio sin conocer la información que este contiene.   Además, no obviaremos las posiciones técnicas de la Universidad de Costa Rica (UCR) que ha venido dando soporte a la comunidad en esta temática; también me llama mucho la atención la posición de la empresa de decir revisen, intégrense comunidad  y gobierno, porque no podemos pensar que el daño causado en un lugar se generalice al resto del cantón”, argumentó Rodríguez.

La propuesta emitida por la presidenta y que fue aprobada por los miembros del Concejo, se enmarcó en la conformación de una comisión que estudiará y analizará la situación y las posiciones de las partes.

Esta comisión estará integrada por miembros de la comunidad, Concejo Municipal, técnicos de la UCR y la Universidad Nacional, así como representantes del Grupo Acón.

LUCHA COMUNAL

Esta es una pelea que data del 2006, según el líder comunal, Luis Agüero, cuando la empresa compró un terreno de 280 hectáreas con el fin de sembrar piña. En ese entonces, se comenzó el proceso de preparación del terreno, se cortaron los árboles, entre ellos almendros, que luego fueron enterrados y la maquinaria se encargó de hacer los canales.

Sin embargo, el proyecto fue frenado por un estudio emitido por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados, donde se cuestiona su viabilidad, debido a que se encuentra a pocos metros del pozo y acueducto que abastece a unas 500 personas de la comunidad.

En una gira realizada por UNIVERSIDAD fue posible constatar que el pozo está exactamente detrás del terreno donde se busca desarrollar el proyecto y a las propiedades solamente las separa una cerca de alambre.

“Hay canales muy hondos, que incluso ya produjeron un efecto en el acueducto, pues nosotros lo hemos sentido; desde su construcción ha bajado el cauce de los pozos, afectaron la cantidad de agua que recibíamos.

Por ejemplo, en verano el tablero ya no marca el mínimo, por lo que tienen que estar cortando el agua unas cinco horas al día, hasta que vuelva a subir de nivel; si dejamos que siembren piña nos va a afectar más”, comentó Agüero.

La comunidad de Santa Rosa está integrada por unas 130 familias, las cuales se dedican a la pequeña ganadería y al cultivo agrícola de ñame, yuca, tiquizque, camote y plátano, principalmente.

Además, como una solución que han discutido los vecinos al problema es proponerle a la empresa que utilice la finca para la producción de palma africana, pues la zona presenta buenas condiciones y, en su criterio, es rentable y da trabajo a la gente, sin afectar la salud pública.

Durante la actividad, UNIVERSIDAD solicitó una entrevista al representante del Grupo Acón, Alexander Arana; sin embargo, dijo que no atendería por el momento.

EMPRESA RESPONDE

Ante la gran cantidad de exposiciones que realizaron diversas personas durante la sesión, a pesar de haber asegurado que no era necesaria más participación por parte de la compañía, casi al finalizar, representantes de la empresa solicitaron la palabra y afirmaron que les preocupaba que quedaran en el ambiente cosas que no eran ciertas, ni correctas.

“Es muy fácil hablar cuando uno no conoce el informe de lo que uno sustenta y como parte afectada e interesada en este proceso y en vías de que las cosas queden claras a la gente, queremos esbozarles en detalle el proceso que lleva el proyecto que vamos a desarrollar en Santa Rosa, que es totalmente diferente y distinto con los de Siquirres o Guácimo”, dijo Arana.
El vocero de la compañía afirmó ser muy peligroso y preocupante que la gente escuchara solamente sobre proyectos que se han llevado a cabo en otros lugares y no que se hubiera abordado el que se desarrollará en esta comunidad.

Dadas estas explicaciones, dio la palabra al hidrobiólogo, Hugo Rodríguez, quien aseveró que los estudios hechos por la empresa no demostraron que el pozo se fuera a contaminar con los químicos, para lo cual se recomendó una zona de protección alrededor del acueducto, con una distancia de 256 metros.

“Aunque el vecino del pozo es el área del proyecto, no se va a sembrar en las cercanías del límite de la propiedad, bajo una metodología similar a la expuesta por la bióloga de la Universidad de Costa Rica (quien hizo su presentación al auditorio)”, indicó Rodríguez.

Adicionalmente, Luis Matamoros afirmó que Grupo Acón tiene un departamento especializado que se encarga de vigilar las operaciones de la empresa en los diferentes proyectos, para garantizar que las aplicaciones se realizan adecuadamente y tienen una vigilancia estricta por las normas internacionales, sobre todo en control de mosca.

Pedro Mora, gerente de Producción de Piña de Grupo Acón, dijo que en el 2010 se habían reunido con los vecinos de Santa Rosa, les habían llevado técnicos para explicarles los estudios, hablar el manejo de las moscas y  los invitaron a visitar las fincas.

“Las puertas están abiertas, quienes tengan duda pueden verificar que no tenemos problemas de moscas.  Toda la tarde que hemos estado aquí, nadie nos ha rebatido los estudios, trajeron una biólogo de la UCR pero no traen estudios, nadie presenta denuncias contra nuestro grupo, no cuestionan los productos que usamos, pensamos que íbamos a escuchar que tenían algún estudio para rebatir el nuestro,  pero no fue así”, replicó Mora.

Ante esto Mauricio Álvarez, de Kioskos Ambientales de la UCR, dependencia que ha acompañado a los vecinos de la comunidad, aseguró que el estudio presentado por la empresa incluye entrevistas a personas que no son de Santa Rosa, por lo que consideramos que hay grandes vacíos.

“Estamos revisando los documentos que presentaron, pero consideramos que tener el criterio aprobado por SETENA no es válido en su totalidad, porque este órgano ha aprobado gran cantidad de proyectos, como el estudio ambiental de Crucitas, que resultó no solo ser viciado sino ilegal”, señaló Álvarez.
Cámara busca conciliar

UNIVERSIDAD entrevistó al vicepresidente de la Cámara Nacional de Exportadores y Productores de Piña, Cristian Herrera,  sobre la problemática entre los vecinos de Santa Rosa y la empresa del Grupo Acón, que quiere cultivar piña en la zona.  El personero estuvo presente en el Concejo Municipal de Pococí realizado en la comunidad.

¿Cómo analiza la Cámara esta problemática?

-Para nosotros es nueva esta iniciativa de la comunidad, por lo que nos hacemos presente a la actividad para tratar de ayudar en lo que sea posible.

¿Han tenido alguna conversación con representantes del Grupo Acón?

-Sí, nosotros no sabemos cuál es el problema, no sabemos qué tratar, vengo a nombre de la Junta Directiva de la Cámara a aprender, a conversar con los grupos, con los líderes de la comunidad y para ver su posición, porque la convocatoria que se hizo no se refería a la expansión piñera en específico, sino que hablaba en general. Entonces cuando vimos que se pediría moratoria en todo Pococí, nos preocupamos porque solo en la zona del Atlántico hay unos 70 agricultores con sus parcelitas.  Pero lo que estoy viendo es que la problemática es únicamente con un solo proyecto.

¿Cómo trabajan esos pequeños agricultores que se están dedicando a la piña en la zona?

-Hay muchos que producen para exportación, con pago responsable, con precios internacionales, con una supervisión técnica a la que se expone cualquier exportador, utilizan los químicos permitidos.  En este sentido, si es que la comunidad está en contra de un proyecto en específico, espero que se dé un acercamiento con la empresa, incluyendo a las autoridades, como Salud, MINAET, SETENA, inclusive el Tribunal Ambiental, pues es un orgullo para Costa Rica ser el principal exportador de piña de calidad.  Mientras más nos apoyen las autoridades públicas para hacer esa producción mucho más amigable y con desarrollo social en las comunidades, bajo el diálogo, hablando claro y dejando de lado intereses paralelos, obscuros y sin pasiones, todo fluirá.

¿Tiene un estimado la Cámara de cuántas hectáreas hay sembradas en la zona de Pococí?

-No, las estadísticas que manejamos en la Cámara es de la extensión en el Caribe, el 32% del inventario está en esta zona, lo que significa unas 17.000 hectáreas, de las cuales hay fincas grandes, pero hay pequeños agricultores que tienen parcelitas pequeñas.  El gremio piñero es muy amplio y diverso, distribuido en todo el país.


Los vecinos se han mostrado preocupados por el control de la mosca, ¿a través de la Cámara hay algunas iniciativas para controlar esta plaga y evitar problemas con las comunidades?

-La mosca fue un problema muy grande en Estados Unidos, cuando todos se pusieron a hacer estabulación de ganado, se controló con medios biológicos.  En el momento en que se empezó a procesar el pinzote de banano también hubo problema de mosca, pues ella en todo material que esté pudriéndose va a salir, entonces ahora nos toca a los piñeros lidiar con este problema, es un tema que no es fácil,  requiere de mucha iniciativa y mucho cuidado a nivel técnico.  Sí hay formas de controlar la plaga. No sabíamos que se trataba de un proyecto del Grupo Acón, que es una empresa muy grande y muy responsable y abierta a la comunidad, de capital costarricense, así que creo que se podrá dar el diálogo abierto y transparente, hay mucho campo para trabajar.
En sus palabras

UNIVERSIDAD entrevistó a vecinos de la comunidad de Santa Rosa de la Rita para conocer su posición con respecto al posible establecimiento de la finca piñera.

Jorge Quirós, vecino de la comunidad.

“La lucha que estamos dando se debe a que nos dimos cuenta desde un principio lo que causa la piña.  No la queremos porque hemos visto lo que ha hecho en pueblos vecinos.

Sabemos que donde se siembra piña, cerca de una quebrada o un pozo no queda ni un pececito, todo se contamina,  la naturaleza se destruye. Aquí, por ejemplo, en la finca donde quieren poner la piñera, se fue la mayoría de árboles, sobre todo de almendro y no nos dimos ni cuenta donde los enterraron.  Esto traería mucha contaminación del agua y nosotros estamos parados en que no se den más permisos para la piña”.

Dagoberto Arguedas, vecino y productor de piña.

“Yo soy de la comunidad, tengo una pequeña empresa de piña en una propiedad de 40 hectáreas y hemos venido implementado buenas prácticas de acuerdo a lo que dicta el MAG, ya llevo cuatro años en el negocio y no he tenido ni una sola queja de los vecinos, tengo control de la mosca pero hay que reconocer que no tengo una siembra tan intensiva, ni la presión que tiene las transnacionales de sembrar y de una vez escarbar. Todo desarrollo trae sus consecuencias y considero que si la empresa viene a implementar la siembra de la forma en que yo lo hago, podrá convivir la comunidad con el proyecto. Ahora los vecinos hablan de que está muy cerca del pozo y yo estoy de acuerdo en que se debe dejar el espacio necesario entre las aguas y la piñera, de forma que no vayan a contaminar”.

Marvin Morales, vecino de la comunidad.

“Yo me pregunto, ¿qué vale más, que un ciudadano se llene las bolsas de millones de colones a cambio de maltratar la salud, no solo del pueblo de Santa Rosa, sino de todo el cantón de Pococí?  Estamos en una lucha justa, hagamos conciencia señores empresarios de la piña, por qué no buscar otras opciones que no hagan daño a la salud humana. ¿Por qué pensar tanto en enriquecer a unos cuantos socios –porque las minorías de este país no se manejan en cooperativas, donde el beneficio es para todos en general-, que operan con sociedades anónimas que benefician a unos pocos y el resto son simplemente asalariados”.

Luis Agüero, vecino y ganadero.

“El proceso ha sido largo, porque desde que en el pueblo de Santa Rosa nos dimos cuenta de que iban a sembrar piña comenzamos a trabajar, a visitar otros pueblos que ya habían visto afectados con la mosca y la contaminación que provocan los cultivos de piña. En estos momentos nos preocupa mucho la posible contaminación de nuestro acueducto y de los ríos El Desenredo y La Suertecita, porque sabemos perfectamente que en las piñeras utilizan productos muy bravos que pueden durar hasta año y medio en la tierra.  Imagínese el daño que le haría al acueducto;  además el ganado se ve afectado por la mosca, el de engorde baja de peso y las vacas de ordeño bajan la producción de leche”.

Prosokioc